Tarea final de metodología

 

Cada vez veo más cerca el momento de empezar a dedicarme a la enseñanza del español. El mundo de la docencia siempre me ha atraído y creo que ahora es mi momento. Pero me gustaría iniciar este camino bien preparada, después de haberme formado lo suficiente y este curso de iniciación a la enseñanza de ELE es un muy buen punto de partida. 

Mis experiencias en torno al aprendizaje de lenguas han sido muy diferentes. En mi vida escolar he tenido profesores de inglés que fomentaban el aprendizaje sobre todo a través de la escritura. Nos mandaban muchas expresiones escritas, muchos, muchísimos ejercicios de completar y estudiábamos de memoria la gramática a base de repetir y repetir. La práctica de la expresión oral por lo general era mínima. Las estancias en el extranjero fueron las que me ayudaron a desenvolverme en inglés pero tengo que reconocer que llevaba una buena base de gramática aunque el método de enseñanza no hubiera sido el mejor. 

Pero mi experiencia al llegar a Francia sin conocer el idioma y partiendo prácticamente de cero fue muy diferente. Me topé con una profesora fantástica que me enseñó un francés adaptado a mis necesidades. Yo era una madre de familia recién llegada a París y necesitaba aprender a desenvolverme en francés para poder “sobrevivir” a mi nueva situación. Sus clases eran dinámicas, alternaba diferentes materiales didácticos y promovía la participación y la interactividad en el aula. parecido me gustaría lograr en mis clases.

Me gustaría conseguir que mis alumnos aprendan pero a la vez disfruten con mis clases. Que lleguen motivados y con ganas de aprender. Por ello, mi meta es hacer clases dinámicas donde los grandes protagonistas sean ellos. Organizar muy bien las tareas previamente pero promoviendo siempre su autonomía y la interacción entre ellos. Que aprendan bien la gramática, por supuesto, pero también que se familiaricen con nuestra cultura y costumbres y que logren desenvolverse y enfrentarse a situaciones cotidianas con las que se podrán encontrar.

Mis puntos fuertes son la capacidad de trabajar en equipo, la paciencia, las ganas constantes de aprender, el optimismo y la empatía, cualidad esencial que en mi opinión ha de tener un buen docente. Además soy fuerte y no me rindo fácilmente.

Y entre mis puntos débiles está, además de mi inexperiencia en el mundo de la docencia, el miedo a decepcionar, a no dar la talla, en resumen, la inseguridad. Pero creo que con trabajo y ganas podré superarlo y llegar a ser una buena profesora para mis futuros alumnos. 

Mis necesidades de aprendizaje son infinitas. Creo que conozco bien la gramática española como para enseñarla pero debo aprender bien a organizar una clase. Debo investigar, conocer todo tipo de materiales didácticos para luego seleccionarlos y utilizarlos en mis clases dependiendo del perfil de mis alumnos. Me falta mucho por aprender en este mundo pero me sobran ilusión y ganas por conseguirlo.